jueves, 10 de noviembre de 2011

NIÑOS

Muchos problemas de salud mental en los niños surgen al término de la infancia y principios de la adolescencia. Un trauma emocional a estas edades iniciales puede marcar el resto de la vida del individuo y más aún si no son reconocidos y tratados a tiempo.
La pobreza es un factor importante a tomar en cuenta a la hora de evaluar ya que muchos niños viven en las calles lo cual los predispone a participar muy pronto en sus vidas en el consumo de drogas, delincuencia, violencia y el sexo sin protección. Se estima que 6,000 a 14,000 niños participan en conflictos armados en América Latina. Pandillas y tribus urbanas proliferan cada día más, jóvenes adoptando modelos erráticos en busca de aceptación e identificación. En América Latina, por lo menos 53 millones de niños y adolescentes padecen alguna enfermedad mental. Los casos más frecuentes están asociados con trastornos afectivos, de ansiedad y de conducta, y se calcula que el 75% se inician antes de los 24 años de edad. Sin ayuda pueden llegar al fracaso escolar, abuso de alcohol u otras drogas, conflictos familiares, violencia e incluso al suicidio.

El reconocer los síntomas en estos jóvenes pacientes en ocasiones se dificulta, primero por lo inusual de sus síntomas, sumado a la negación de los padres y en ocasiones hasta de ellos mismos. Uno de los primeros síntomas que se observa es la irritabilidad o enojos constantes sin motivos aparentes. También se pueden ver alteraciones en la conducta, así como un bajo rendimiento escolar. El desempeño escolar altera la dinámica familiar por lo que es uno de los motivos principales de consulta al especialista, psiquiatra o psicólogo. 

La realidad de nuestra sociedad es que cada día sus hijos se ven expuestos a diversos estímulos, publicidad, tecnología y con ello a la violencia en los barrios y comunidades. Las presiones a las que se ven sometidos son constantes y en diversos puntos, desencadenando una serie de conflictos a nivel individual, social y familiar. Se requiere involucrar a la familia en todos los aspectos del niño, creando más consciencia a este nivel y trabajar en la prevención. La psicoterapia individual, la terapia de familia y pareja, así como el tratamiento medicamentoso son utilizados en las diferentes patologías y dependiendo sobretodo del caso en particular.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)

El Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno del comportamiento, caracterizado por dificultad para mantener la atención, exceso de actividad motora e impulsividad. Estos síntomas normalmente se producen de forma conjunta; sin embargo, uno puede ocurrir sin los otros.
Este es el problema de salud mental más común en los niños. Los síntomas inician antes de los 7 años y pueden durar hasta la vida adulta. Puede que la falta de atención no sea evidente hasta que el niño se enfrente a las expectativas de la escuela primaria.
Afecta aproximadamente a un 4-8 por ciento de los niños en edad escolar. Los niños son tres veces más propensos de padecer este trastorno que las niñas, aunque aun se desconoce la razón. En los niños es mas prevalente el de tipo hiperactivo y en las niñas el de tipo inatento.

La causa exacta por la que se produce el TDAH no se sabe, pero se sugiere la interacción de múltiples factores de riesgo. Además factores genéticos y ambientales que producen una vulnerabilidad que facilita la aparición del trastorno. Se habla de alteración a nivel del sistema catecolaminergico, en cuanto a factores genéticos se ha demostrado que el riesgo de presentar TDAH si se tiene un hermano afectado es 5 a 7 veces mayor, se mencionan factores pre y perinatales como infecciones virales en el embarazo, consumo de alcohol y cigarrillo, prematurez etc. Es importante recordarle a los padres que el TDAH no es causado por:

· Una mala crianza (no obstante una vida familiar o escolar desorganizada empeora los síntomas)
· Demasiada azúcar
· Poca azúcar
· Aditivos o colorantes alimenticios
· Alergias a los alimentos
· Falta de vitaminas
· Ver demasiada televisión
· Los videojuegos

La capacidad normal de atención es de 3 a 5 minutos por cada año de edad del niño. Por lo tanto, un niño de 2 años de edad debería ser capaz de concentrarse en una determinada tarea por lo menos durante 6 minutos, y un niño que entra al jardín de niños debería poder hacerlo por lo menos durante 15 minutos. (Nota: La capacidad de atención mientras el niño ve la televisión no cuenta.).
Las personas con TDAH tienen dificultad para prestar atención en el colegio, en la casa o en el trabajo. Pueden ser mucho más activos e impulsivos (o solamente uno de estos) de lo que es usual para su edad. Estos comportamientos contribuyen a causar problemas significativos en las relaciones, en el aprendizaje y en el comportamiento. Estos niños algunas veces son vistos como niños difíciles o que tienen problemas del comportamiento.

La mayoría de los síntomas de los niños que tienen TDAH también se producen a veces en los niños que no tienen este trastorno. Sin embargo, en los niños que tienen TDAH, estos síntomas ocurren de forma más frecuente e interfieren con el aprendizaje, el ajuste a la escuela y, algunas veces, con las relaciones del niño con los demás.

A continuación se enumeran los síntomas más comunes del TDAH. Sin embargo, cada niño puede experimentarlos de una forma diferente. Las tres categorías de síntomas del TDAH son las siguientes:

falta de atención:
lapso de atención corto para su edad (dificultad para mantener la atención)
dificultad para escuchar a los demás
dificultad para prestar atención a detalles
se distrae fácilmente
mala memoria
capacidad organizativa deficiente para su edad
capacidad de estudio deficiente para su edad

impulsividad:
interrumpe a menudo a los demás
tiene dificultad para esperar su turno en la escuela y, o en los juegos sociales
tiende a responder impulsivamente en vez de esperar a que le pregunten
corre riesgos frecuentemente y, a menudo, sin pensar antes de actuar

hiperactividad:
parece estar en constante movimiento; corre o trepa, a veces sin otro objetivo aparente que moverse
tiene dificultad para permanecer en su asiento incluso cuando así se espera
no se está quieto con las manos o se retuerce cuando está en su asiento; se mueve excesivamente
habla excesivamente
tiene dificultad para participar en actividades tranquilas
pierde u olvida las cosas repetidamente y a menudo
es incapaz de permanecer en su tarea; cambia de una tarea a otra sin terminar ninguna.

Los síntomas del TDAH pueden parecerse a los de otros cuadros clínicos o problemas de conducta. Además, muchos de estos síntomas pueden presentarse en niños y adolescentes que no tienen TDAH. El elemento clave en el diagnóstico es que los síntomas deben perjudicar significativamente la capacidad de adaptación tanto en el hogar como en la escuela. Siempre consulte al médico de su hijo para obtener un diagnóstico.


El TDAH se divide en tres categorías, o subtipos, cada una con su tipo de comportamiento característico:
1. De tipo inatento: Presenta principalmente síntomas de inatención
2. De tipo hiperactivo-impulsivo: Presenta principalmente síntomas de hiperactividad e impulsividad
3. De tipo combinado: presenta síntomas de ambos (inatención e impulsividad-hiperactividad)
A pesar de que puede ser retador criar a niños(as) con TDAH, es importante recordar que los niños que padecen este síndrome no son "malos," o "están actuando," y no se debe pensar que están comportándose de esa forma a propósito. Los niños(as) diagnosticados con TDAH tienen dificultad controlando su comportamiento sin medicamentos o terapia del comportamiento.
El diagnostico del TDAH es clínico, la historia del desarrollo de los síntomas, comienzo y evolución, además el reporte escolar y finalmente el examen clínico y la entrevista con el paciente nos darán el diagnostico. Para hacerlo se debe:
Demostrar comportamientos que incluyan los subtipos mencionados (del 1 al 3) antes de los siete años de edad, Estos comportamientos deben ser más intensos que en otros niños(as) de la misma edad, El tipo de comportamiento debe durar como mínimo seis meses, Los comportamientos deben de ocurrir y afectar negativamente como mínimo dos áreas de la vida del niño(a) (por ejemplo, la escuela, el hogar, la guardería, o las relaciones con amistades).
Una de las dificultades para diagnosticar el TDAH es que generalmente se encuentra en conjunción con otros problemas. Aproximadamente dos tercios de todos los niños con TDAH las presentan. Las condiciones asociadas más comunes son: Los trastornos disruptivos (Trastorno oposicional desafiante y trastorno disocial de la conducta), Trastornos emocionales (depresión, trastorno de ansiedad, fobias etc), dificultades en el aprendizaje (dislexia, disgrafia, discalculia etc), uso y abuso de sustancias (alcohol, cigarrillo, marihuana, cocaína etc), trastornos del movimiento (tics, síndrome de Gilles de la tourette).

El tratamiento del TDAH es multimodal con psicoeducacion a los padres, medicación y psicoterapia. El tratamiento se hace para disminuir la intensidad de los síntomas y severidad de las repercusiones. Los medicamentos ayudan a mejorar la atención y concentración y disminuyen los comportamientos impulsivos.
La detección y tratamiento del TDAH ofrece un gran beneficio en la calidad de vida de los pacientes. Sin tratamiento es posible que los pacientes alcancen un nivel educativo y socio-cultural menor y podrán tener dificultades interpersonales y laborales.
Ciertas estrategias que pueden ayudar a su hijo son:

· Crear horarios: ayude a su hijo a crear una rutina, con horas de estudio y descanso.
· De una sola orden a la vez y verifique que su hijo la entendió.
· Evite distracciones: apague el televisor, el radio etc. Cuando el niño este haciendo tareas. Debe tener un ambiente adecuado de estudio.
· Utilice metas y recompensas: póngale metas a corto plazo a su hijo y si las logra recompénselo con algo sencillo (comer helado, salir al parque etc.)
· Ejerza la autoridad: En lugar de alzar la voz o pegarle a su hijo(a), use cancelación de privilegios como consecuencia de comportamientos inapropiados (no ver televisión, no salir etc.). Los niños más pequeños puede que solo necesiten un poco de distracción o ser ignorados hasta que se comporten de mejor manera.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

REFLEXIONES SOBRE EL PAPEL DE UN PSIQUIATRA

Nos es dado, entregado armoniosamente por el anterior artículo que la psiquiatría es una ciencia que no es exacta, que incurre en errores graves, errores humanos que condicionan la vida y el bienestar de los pacientes. Es cierto que los psicofármacos pueden aliviar el dolor y el sufrimiento pero también pueden producir descompensaciones si no se usan adecuadamente. Hay que atender con cuidado, esmero, dedicación y tiempo a una persona para tener una idea más o menos clara de cuál es su cuadro clínico. Mucho más duradero y grato es conocer a una persona en profundidad. 


La psiquiatría es la ciencia que ha cercenado a la psicología, erigiéndose como ciencia, sin embargo en el artículo anterior se dice con claridad que está muy lejos de no incurrir en errores graves. Esto lo saben los propios usuarios, quienes se ven llenos de psicofámarcos y sin una escucha o apoyo emocional en muchos casos.

En extremos el trato es deshumanizado, el paciente refiere unos síntomas y se le prescribe una medicación como un Santo que tiene la solución. Esto no puede seguir así. La psicoterapia trata de contrarrestar este sinsentido, escucha a los pacientes y les ayuda a comprender lo que viven, sin necesitar nosologías psiquiátricas y otros convenios para clasificar personas como si fuesen ganado. En ciertos casos es pertinente dar un diagnóstico, ya lo he dicho otras veces, pero generalmente esos diagnósticos si no se basan en varias entrevistas profundas y estudios convergentes pueden ser falsos y producir una injuria en el paciente. Por tanto ese es el panorama de la psiquiatría actual, está en bragas y son los psicoterapeutas los que tienen que resolver el problema, hay que matizar que otras veces es al revés pero no es lo usual porque nadie es mago para llegar a la mismidad de un paciente en 15 minutos o a veces menos. 


Reflexionemos sobre un hecho que hace daño a las personas pero que puede hacer mucho bien, todo depende de que el psiquiatra disfrute de su trabajo, tenga dedicación y tiempo para poder dedicar a sus pacientes, esto existe, aunque el marco de trabajo donde están inscritos, la Seguridad Social no atiende a las demandas reales del paciente sino a las necesidades instrumentales y burocráticas del establishment.

INESTABILIDAD EMOCIONAL

La inestabilidad emocional, tal vez, no tenga los tintes románticos que el libro de abajo puede exponer con una intrigante forma de alternativa terapéutica pero bien es cierto que estos pacientes pueden avanzar desde la creación, desde la poiesis, desde la poesía desde el momento en el que pueden sentirse entendidos y no ultrajados y violentados por diagnósticos estigmatizadores y medicaciones varias. Esto provoca un cisma de "zombis vivientes". 


A veces los propios pacientes ya curtidos mienten al psiquiatra para recibir el alta con condiciones y rebajar la medicación "negociando" con ellos. Es un problema que puede causar problemas en lo familiar, en los social, en lo económico y en lo laboral. 

Sin embargo existe una larga lista de personas que han sufrido y sufren estas oscilaciones que se adaptan a su situación y que la logran controlar con un soporte. El otro día empecé a leer también "El amor que nos cura", un libro de Boris Cyrulnik, probablemente el mejor representante actual de la resiliencia. Un libro donde sitúa al amor dentro de las posibilidades de crecer de un individuo de la mano de otro, a través de su verbo y su cariño, su apoyo emocional y llenando esos huecos que pudiera sentir. Los psicoterapeutas vemos esto, en parejas sanas día tras día y nos llena de felicidad el comprobar como se cataliza el proceso de la psicoterapia gracias a la relación amorosa con la pareja.


PORQUE ES TAN DIFCIL SER FELICES?

El amor y el trabajo son dos fuentes de estabilidad y felicidad según el Maestro Freud. Pero Freud no pudo elaborar todo lo relacionado con el psiquismo, ahora sabemos que las relaciones interpersonales son vitales. En el DSM se incluyen los problemas psicosociales como el trabajo, vivienda, problemas económicos, de relación y otros. El modelo de Millon asume una cuestión interesante, Millon es un personólogo que ha editado varios cuestionarios de personalidad para adultos y otro, para adolescentes.

En su modelo dibuja unos círculos concéntricos donde en el eje I está los problemas clínicos como la ansiedad y la depresión siguiendo el símil médico sería la tos y la fiebre. En el eje II aparecen los trastornos de personalidad que serían según él, el sistema inmunológico. 

En el eje III las enfermedades orgánicas, en el eje IV los problemas psicosociales citados antes y en el eje V la EEAG, la escala de evaluación de la actividad global.
Esto tiene sus repercursiones en la manera en que se aproxima él y otros personólogos al problema de los trastornos de personalidad. 

Muchos especialistas en Trastornos de Personalidad consideran que cuando hay un TP, esto condiciona en gran medida la aparición de problemas en el eje I y que son el resultado de su forma de ser en interacción con el ambiente. Cómo el estrés puede desatar problemas en el área de los trastornos del eje I debido a una personalidad no integrada. 

Por eso les citaba anteriormente, ayer, el carbonato de litio. Es famoso este fármaco y asociado al trastorno bipolar, pero existen otros problemas en los que también se pueden usar, cuando el diagnóstico es de trastorno fronterizo o borderline con un carácter de ciclotimia o bipolar II, donde suele existir comorbilidad. Son modelos de pensamiento que están en la mercadotecnia del estudio y evaluación de los trastornos de personalidad. Existen muchas formas de evaluar un trastorno de personalidad pero antes hay que medir la impulsividad con la Escala de Impulsividad de Barrat. También tenemos la SCID-II, que es una entrevista semiestructurada fácil de distorsionar por simuladores.

Estos problemas del eje II afectan profundamente en el área de las relaciones sociales, también por eso, el rapport con el paciente es más difícil de conseguir. La confianza básica muchas veces está destruída debido a las vivencias tempranas o negligencias.
Se está imponiendo dos facetas además de la psicoterapia, la psicoeducación y la terapia familiar. Aunque podemos encontrar muchos casos donde la familia se aparca por la angustia que sienten al acudir a la consulta, porque consideran que el paciente identificado es el que tiene que resolver el problema o porque no quieren involucrarse por distintos motivos como el miedo o la presencia de Trastornos de Personalidad, la vulnerabilidad a presentar un TP también tiene un componente hereditario a nivel genético aunque tenga mayor peso lo aprendido y vivido.

Por tanto, el amor y el trabajo son dos pilares fundamentales pero para que haya facilidad para encontrar el bienestar se necesitan otros factores